DOCENTES: VICTORIA FERNANDEZ & GISELA MAFFEI
Vera, Maximiliano - Banegas, Cristian - Caceres, Ivan - Mark, Behrens - Chavez, Alvaro
TP1.
Las arquitecturas del Humanismo (S.XV-SXVI)
"Culminación de la arquitectura del renacimiento"

LA REGIONALIZACIÓN Y EL LENGUAJE ARQUITECTÓNICO DEL RENACIMIENTO
"Un edificio que marca la culminación de la arquitectura del Renacimiento, el Templete de Bramante en San Pedro en Montorio, en Roma (1502), posee aún las mismas cualidades fundamentales. La diferencia principal consiste en una acentuación más enérgica del carácter plástico de los miembros. Mientras la Sacristía Vieja reflejaba aún la estructura de esqueleto de los edificios medievales, el Templete aparece como un cuerpo plástico. Si bien no puede señalarse un prototipo directo en la antigüedad, el edificio representa un “renacimiento” de importantes cualidades clásicas." (La arquitectura del renacimiento, Norberg-Schulz)
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En la arquitectura renacentista, el lenguaje es característico de la aplicación de valores clásicos como la geometría, matemática, proporción áurea, simetrías, cúpulas; en búsqueda de armonía y proporciones. Éstos principios, iban particularmente vinculados con la región, es decir, con las obras arquitectónicas instaladas en cada ciudad que determinaban un estilo, un lenguaje, una comunicación.
En nuestro trabajo, detallamos una obra ubicada en la ciudad de Florencia. Se trata de la Capilla Pazzi, realizada por el arquitecto Filippo Brunelleschi.
La importancia de esta ciudad en el Renacimiento, siendo el origen de este estilo arquitectónico que dió inicio a una nueva forma de observar la arquitectura a través de su belleza y armonía, desde donde nacería y luego se expandiera por el resto de las ciudades y países del mundo.
Por otro lado, el Templete de San Pietro en Roma; hecho por Bramante, comenzó a experimentar los arcos, las columnas y la cúpula, lo que años más tarde iniciaría con la construcción de la Basílica de San Pedro aunque no la vería finalizada por los años que llevó su construcción, el foco es la inspiración que tomó al visitar los trabajos de Brunelleschi sobre las proporciones, las columnas, las cúpulas, en Florencia.
Y por último, la Basílica de San Giorgio Maggiore, hecha por el arquitecto Andrea Palladio, en Venecia. No tuvo este estilo tan marcado como si lo fue en Florencia o Roma, aunque conservó sus obras clásicas derivadas de lo bizantino y gótico, sumó el estilo renacentista, sumó orden, proporciones y simetrías.​
Elegimos este cuadro para hacer nuestro trabajo ya que pensamos que representaba bien los elementos del renacimiento que queríamos resaltar y que nos daba un marco en el cual trabajar varias regiones, el cuadro muestra una plaza renacentista perfectamente simétrica con un templo central de planta centralizada (inspirado en el ideal clásico y en la arquitectura de Brunelleschi). nosotros eliminamos los arcos de triunfo a los lados remiten a la arquitectura romana para reemplazar por dos obras de distintas regiones.
el cuadro cuenta con un uso de la perspectiva lineal clave: el punto de fuga está justo en la puerta del templo, lo que guía la mirada del espectador hacia el fondo, resaltando el centro en donde nosotros ubicamos el templete de san Pietri.
La Capilla Pazzi de Brunelleschi en Florencia representa el giro humanista hacia la racionalidad espacial y la belleza medida. Su planta rectangular, la modulación rigurosa y el uso de la proporción áurea evidencian una arquitectura basada en principios matemáticos, como señala Wittkower: “del cuerpo humano derivan todas las medidas...”. La cúpula cenital, eje de simetría y luz, y los elementos clásicos como columnas corintias y arcos de medio punto componen un lenguaje arquitectónico claro, armonioso y simbólico.
Frente a la arquitectura medieval, la capilla reemplaza jerarquías rígidas por espacios integrados, regidos por la simetría y la geometría pura. Esta obra también es una expresión del contexto florentino, donde la claridad formal, el equilibrio visual y el orden racional fueron valores cultivados. Así, Brunelleschi regionaliza los ideales clásicos, creando un espacio que refleja tanto el cuerpo como el espíritu del Renacimiento.
El templete de San Pietro, Bramante. Se caracteriza por su planta centralizada y proporciones armónicas que traducen en arquitectura la perfección del cosmos, tomando como modelo las proporciones del cuerpo humano. Esta obra es un manifiesto del lenguaje arquitectónico clásico: usa formas geométricas puras (círculo, cilindro, semiesfera) para expresar estabilidad, racionalidad y trascendencia. Al mismo tiempo, su ubicación en el supuesto lugar del martirio de San Pedro demuestra una regionalización simbólica, ya que el ideal arquitectónico se adapta al contexto romano, cargado de historia religiosa e imperial.
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“La acción de ascender a un templo inspira devoción y respeto...destinadas al culto y a alcanzar la más alta perfección... deben estar construidos de tal modo que no sea posible imaginar cosa más bella, para que quienes entren en ellos se sientan transportados en una suerte de éxtasis y admiración por su gracia y su belleza.”
PAGINA 29 de La arquitectura en la edad del Humanismo, Wittkower.
Basilica di San Giorgio Maggiore, Palladio. Se trata de una basilica ideal renacentista de una arquitectura basada en proporciones derivadas del cuerpo humano, como señala Wittkower: “del cuerpo humano derivan todas las medidas...”. La basílica está compuesta por formas claras y regulares que revelan un orden divino a través de la matemática, especialmente en la cúpula, símbolo del cielo y eje espiritual de la composición.
Este uso de la geometría como lenguaje arquitectónico refleja la idea de que “la matemática es un vehículo necesario para penetrar en el conocimiento de Dios”. A la vez, Palladio adapta estos principios al contexto veneciano, combinando monumentalidad visual y tradición local, lo que demuestra una regionalización inteligente del lenguaje clásico.
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“El ornamento es una especie de brillo adicional y perfeccionamiento de la belleza, que es algo encantador que cabe considerar como propio, innato e infuso en el todo, en tanto que el ornamento es algo agregado y adherido, más que propio e innato”.
PAGINA 39 de La arquitectura en la edad del Humanismo, Wittkower.
Las obras Capilla Pazzi (Florencia), Templete de San Pietro in Montorio (Roma) y la Basílica de San Giorgio Maggiore (Venecia) son ejemplos paradigmáticos del Renacimiento arquitectónico, porque manifiestan una recuperación consciente de los principios de la antigüedad clásica —como la proporción, la simetría, el uso de órdenes clásicos y la racionalidad compositiva—, al tiempo que expresan detalles regionales propios de cada ciudad.
En Florencia, la Capilla Pazzi de Brunelleschi representa un lenguaje arquitectónico basado en la geometría pura, la sobriedad material y una evidente lectura estructural, reflejo del humanismo florentino, donde la arquitectura es entendida como ciencia, arte y armonía matemática.
En Roma, el Templete de Bramante encarna el Renacimiento en su forma más canónica y simbólica, con una planta centralizada y referencias directas a la arquitectura clásica imperial. En este caso, el lenguaje arquitectónico se convierte en una expresión ideológica y teológica, representando la perfección divina y el poder del papado en la capital religiosa del mundo occidental.
En Venecia, la Basílica de San Giorgio Maggiore de Palladio muestra una adaptación del lenguaje clásico al contexto local, mediante una fachada monumental pero escenográfica, pensada para ser contemplada desde la laguna. La arquitectura veneciana combina la claridad del clasicismo con una estética visual rica y teatral, propia de una ciudad comercial y cosmopolita.
Así, estas tres obras no solo son característicamente renacentistas por su vínculo al lenguaje clásico, sino que también evidencian cómo ese lenguaje fue reinterpretado y adaptado según el espíritu, las tradiciones y las condiciones de cada ciudad. La arquitectura del Renacimiento, no fue un estilo uniforme, sino un movimiento regionalmente diverso pero conceptualmente unificado por la búsqueda de orden, belleza y perfección.
Bibliografía
-La arquitectura del renacimiento, Norberg-Schulz
-La arquitectura en la edad del Humanismo, Rudolf Wittkower
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